jueves, 25 de octubre de 2012

COLUMNA

Resquicio

 Hipólito Marbán

 LIBERTAD DE EXPRESIÓN ENTRE EL PERIODISMO IGUAL A CANIBALISMO POLITICO 

 En un país republicano y democrático como el nuestro, el poder del pueblo reside precisamente en la democracia, poder representado en el ámbito parlamentario, que sin duda y sin entrar en detalles jurídicos, por su amplio estudio en este rubro, nos sintetizamos al escrutinio del actuar publico, siempre y cuando dicho actuar, estén involucrados, bienes, patrimonio y dineros públicos, que evidencian al depositario de dicha democracia, por ende su caminar político de convierte en publico y desaparece la figura de vida privada, siempre y cuando como lo hemos señalado que se encuentre inmiscuido lo inherente,
al patrimonio publico, la libertad de expresión no puede ser opacada al señalar omisiones, excesos y desvíos de recursos propiedad del Estado, solo aquellos tartamudos e ignorantes del conocimiento legal, tanto en sus alcances como depositario de la democracia, así como de la libertad de expresión, tal es el caso del gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, quien pide disculpas publicas ante los supuestos ataques mezquinos de dos periodistas Fabián Gómez y Adrián Ruiz, acusados de pedir dinero, una salida ya trillada por los gobiernos en turno, copiones de la materia laboral, cuando el patrón se niega a pagar la indemnización correspondiente legal al trabajador despedido injustificadamente, ante la falta de tacto jurídico recurre a la acusación de robo a su antiguo trabajador, los mismos reporteros oficiales del Estado de Puebla, acusan a sus propios compañeros de pedir dadivas como medio de chantaje, para no expresar esa libertad de prensa, que también en muchas ocasiones, se rebaza la cordura critica del objetivo a comentar, bien dice el adagio popular que «perro no come carne de perro», en Puebla, si existe ese canibalismo periodístico, el poder en turno y/o la democracia en turno, ocupa a los mismos periodistas jefes de prensa de ese aparato gubernamental de comerse a los de afuera, y por supuesto esto contagia a nuestro estado suriano, cualquier parecido con los periodistas de Guerrero, es mera coincidencia, mientras no existan gremios u barras de periodistas unidos, comprometidos con la real libertad jurídica de expresión, seguirá existiendo el canibalismo político.

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