viernes, 27 de febrero de 2015

ARTICULO

Ausencia inolvidable
César González Guerrero.

Expreso, con cariño, una especial felicitación a mi hijo César González Arcos, en ocasión de su cumpleaños.
La desaparición física, resultado de la muerte natural o accidental, y la desaparición forzosa e involuntaria, dependiendo de las circunstancias, causan dolor, sufrimiento y tristeza. Son eventos fortuitos que no se desean a nadie.

En el caso de la muerte de alguien, conocido o no, es muy lamentable, pues significa una pérdida irreparable, que no se puede aceptar, y es muy difícil superar. Son cuestiones sentimentales que, en nuestra cultura, representan un trauma si no se asimilan con entereza y fortaleza espiritual, y es en esos momentos cuando se requiere la solidaridad de la familia y amistades.
Quienes hemos vivido esa amarga experiencia sabemos que no es sencillo soportar el llanto y guardar el luto por la ausencia de un ser querido y apreciado; estamos ciertos de que la muerte es uno de los destinos más seguros de la vida y, estamos plenamente convencidos, que más temprano que tarde habrá de llegar. No hay una fecha estimada, como el nacimiento, y si existe una enorme posibilidad de que puede ser en cualquier momento. De ser así sea bienvenida, siempre y cuando se comprenda que todo tiene un principio y un fin.
Esta dualidad dialéctica no es pesimismo, y tampoco es resignación, es una realidad que se debe reconocer.
El próximo 5 de marzo se cumplirán 9 años del fallecimiento de la Señora Cohinta Guerrero Aparicio, esposa del Señor Santa Cruz González Cortés (EPD) y madre de Luis Javier, Delta, Yolanda, Amada, Nerida y de este su servidor. Su tumba se encuentra en el modesto Panteón Municipal de Copala, y es visitada frecuentemente con diferentes motivos. No se puede olvidar.
Han pasado más de 3 mil días de recuerdos, en eventos litúrgicos, celebraciones de misas, oraciones y evocaciones, y a pesar del tiempo sigue, y seguirá estando presente entre nosotros. Así sucede, creo yo, con todos nuestros muertos, en todas las partes del mundo.
En razón de ello vale la pena reiterar, a familiares y amigos, nuestros agradecimientos por sus palabras de aliento que en el transcurso de los años hemos recibido. Sus muestras de afecto, en memoria de Cohinta Guerrero Aparicio, nos fortalecen y alivian la pena de su partida. Con este motivo, nuevamente, evocaremos su ausencia con los nuestros, en nuestra tierra Copala. ¡BENDICIONES PARA TODOS Y MUCHAS GRACIAS! 

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