jueves, 4 de agosto de 2016

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

 LOS AGACHADOS
Ya falta poco tiempo para que se cumpla el primer año de que las nuevas administraciones municipales de Guerrero asumieron la responsabilidad de conducir por buenos vientos los ayuntamientos.
 Chilpancingo, capital del estado de Guerrero lamentablemente consiguió mediante sufragios un presidente municipal priísta que por los problemas que no ha resuelto y por los que se le acumulan día tras días y hora tras hora, se ha estancado y no se ve solución a la vista, ni al alcalde ni a Chilpancingo.
 La plantilla del Honorable Cabildo con sus síndicos y regidores da la impresión a la ciudadanía de que sólo se presentan a cobrar un salario que no devengan, parecen sólo existir sus nombres en las nóminas pero ellas y ellos no aparecen por ningún lado dando testimonio de trabajo en bien de la ciudadanía.
 En cambio, tanto integrantes del Cabildo como funcionarios y secretarias y secretarios o personal que acompañan al presidente municipal en la aventura del andamiaje municipal parece sobrarles tiempo para estar todos los días y a todas horas publicando barbajanerías e idioteces en los espacios de facebook, con lo que dan testimonio que su trabajo es la diversión y no el quehacer en bien del pueblo.

 Aunado a la parálisis municipal, quienes evidencian que se “mueven” para quemar incienso, echar porras y hablar “bien” del alcalde son algunos periodistas que sin escrúpulos pretenden hacer ver en sus columnas y “noticias” que Marco Leyva (así se promocionó en su campaña para edil, sin hacer uso del segundo apellido) es “la divinidad envuelta en huevo”.
 La verdad está a la vista y nadie descubre el hilo negro o el agua tibia al decir que tanto a los políticos como a ese tipo de periodistas, nadie, en su sano juicio, les cree. Y esa es la triste realidad: cuando un político o una pluma pierde credibilidad, lo más recomendable sería que imitaran a las ratas, cuando el barco se hunde.
 Esta vez, “los periodistos”, intentando defender lo indefendible, la “política” de Marco Leyva, dan su mayor cinismo de lambisconería al criticar una huelga de hambre que se exhibe en el zócalo de Chilpancingo de parte de una sección de sindicato independiente y los tales desinformadores rebuznan señalando que es “un chantaje”. Todo porque ese sindicato intenta conseguir mejores salarios para su base de trabajadores. A eso los cerdos periodiqueros coprófagos le llaman “chantaje”.
 Por su parte, los integrantes de “Levantemos Chilpancingo” dieron a conocer en conferencia de prensa -martes 2 de agosto de 2016- documentos que tuvieron que conseguir en Transparencia (porque jamás los quiso recibir Marco Leyva en audiencia) y exhibieron el cínico y ladronzuelo desvío de millones de pesos que hace la comuna de Chilpancingo de las percepciones que ejecuta la Comisión Federal de Electricidad en cada recibo de luz que todos pagamos. Y TODOS NOS QUEDAMOS CALLADOS.
Y ese dinero que suma varios milloncitos de pesos es desviado a otros rubros (como dicen los que saben hablar) y de ahí, a la nada. A la tierra del nunca jamás y nadie investiga ni investigará. Y esa manchita de más al tigre muy pronto se olvida.
 Sugerimos a los integrantes de “Levantemos Chilpancingo” que así como andan preocupados en los problemas del alumbrado público y de la ratería comprobada que ellos exhibieron ante la prensa (la vendida y la comprada), también, si pueden, se ocupen de gestionar la Nomenclatura de Chilpancingo que ya urge desde hace muchos años. Y les explicamos que esa actividad solamente requiere gestión; no inversión.
 Y también les sugerimos que se retome el enlace que comenzó en 1973 con don Elías Naime Némer, el programa de “Ciudades Hermanas” con Pleassent Hill, en California para que se siga fomentando el intercambio de jóvenes estudiantes y profesionistas, el comercio, el turismo, las visitas familiares recíprocas y todo lo que se pueda... Pero... pero... pero...
 A veces no se necesita ser presidente municipal para hacer algo por Chilpancingo. Se necesita voluntad, pero Buena Voluntad y así siempre salen las cosas a favor del pueblo. 
 No sé por qué me acordé de “Los Agachados”, de Rius...

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