lunes, 12 de septiembre de 2016

PRINCIPAL DE PRIMERA

¡¡Si no me la alivias te
 mato!!, le dijeron a Díaz

Javier Francisco Reyes.-¡¡Si no me la alivias te mato!! habría sido la expresión amenazante de muerte contra el doctor internista Díaz en pleno día en el interior del hospital general Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo, el sábado pasado entre las 12 y 13 horas ¿Y la policía?

Al escuchar la voz amenazante y de muerte, el médico quedó paralizado frente a una mujer paciente que había ingresado la semana anterior al parecer por complicaciones diabetes que le ha estado afectando la existencia desde hace un buen tiempo.
El médico internista ya no pudo canalizar a la paciente al tener  el cañón de la pistola en la sien y recibiendo la sentencia: ¡¡Si no me la alivias te mato!!, prácticamente se paralizó sin reaccionar más.
A los pocos minutos se escuchó en todo el hospital el voceo pidiendo la presencia del coordinador médico del hospital José Luis Achiluz pero sin explicar los motivos, simplemente se pedía con urgencia, pero nunca apareció.
Ante la noticia entre los galenos y que están en grupos de “watssap” informaban que estaba en peligro la integridad del internista Díaz, por ello es que urgía que se hicieran presentes porque un hombre armado ya lo había amenazado de muerte y a punto de dispararle.
El pánico se apoderó de los médicos y enfermeras que vieron la escena, entre coraje y rabia e impotencia expresaban: “aquí nadie nos defiende, nos pueden venir a matar y como si nada”. El médico por temer a que se cumpliera la amenaza de muerte, se quedó toda la noche y hasta el domingo abandonó el edificio.
La mujer enferma se encuentra hospitalizada desde la semana pasada en el área de terapia intensiva, al parecer sufre de diabetes en su fase terminal y el marido quiere que le hagan el “milagro” en el hospital “Raymundo Abarca Alarcón”.
Estos hechos ocurrieron el sábado entre las 12 y 13 horas del día cuando el médico internista Díaz atendía a la paciente  que en los últimos días ha estado prácticamente con oxígeno.
Los trabajadores desde intendentes, enfermeras y doctores no se explican cómo el hombre entró armado hasta el interior del hospital general “Raymundo Abarca Alarcón” para amenazar de muerte a un profesional de la medicina.
En los tres acceso del  nosocomio, por el lado de urgencias hay una patrulla con elementos de la policía Fuerza Estatal; en la entrada principal elementos de seguridad privada de la empresa Jobamex y también uniformados de esta policía privada están en la entrada del estacionamiento.
Los policías cuando llega cualquier ciudadano lo revisan de todo, inclusive a mujeres las hacen que aperturen sus bolsos para evitar que lleven algún arma que ponga en riesgo a los trabajadores del nosocomio.
Sin embargo, en esta ocasión los trabajadores no se explican cómo fue que el hombre armado ingresó con la pistola y los guardias no se dieron cuenta cuando la mayoría de las veces se ponen muy estrictas para ingresar al nosocomio.
AL conocer la noticia, el secretario de Salud en Guerrero Carlos de la Peña Pintos llegó al hospital para conocer más detalles  de lo sucedido al médico quien por miedo el sábado no salió para irse a descansar a su domicilio, se mantuvo en el hospital por temor a ser asesinado por quien le advirtió que lo mataría.

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