viernes, 21 de octubre de 2016

COLUMNA

 De bloqueos,  marchas y plantones

Apolinar Castrejón Marino
Nos llamó mucho la atención una plática entre 2 señoras que viajaban en una “combi” del servicio público, cuando una le preguntó a la otra: ¿Y por qué tienen que bloquear las calles? Esa es la pregunta que nos hacemos los ciudadanos que tenemos que ir a trabajar, asistir a la escuela, o atender nuestro negocio ¿Cómo ayuda en la solución de los problemas, que los maestros o los “estudiantes” de Ayotzinapa paralicen las calles o las carreteras?
Sus estrategias para obstruir la vida cotidiana de la población, son cada vez más violentas y groseras, y los daños a los edificios públicos y las propiedades del gobierno son más excesivos.

Pero tampoco ayuda el gobernador priista Héctor Astudillo, quien “reconoce” que los maestros “Bloquean hasta porque les da gripa”. Entonces, si él no lo sabe ¿Alguien podría decirnos, por qué bloquean las calles y los edificios los maestros y los estudiantes? ¿Quiénes realizaron los primeros bloqueos? ¿En dónde, y por qué?
El antecedente histórico es claro y preciso: en Inglaterra, los trabajadores de las minas y de las fábricas se unieron para exigir a sus patrones jornadas de trabajo menores de 12 horas, y mejores salarios, que les alcanzaran para comer y comprar ropa vestir.
Pero como los patrones nunca se han interesado por el bienestar de los trabajadores, pues no les hicieron ninguna concesión. Entre los trabajadores, había unos que eran muy listos y que se asumían como líderes, y les dijeron a sus compañeros que deberían unirse y luchar contra sus amos.
Según ellos, como eran miles y miles, podrían vencer a los patrones, que eran una docena de familias ricas. Su lógica absurda basaba su idea de victoria en el número, y no tomaban en cuenta el fabuloso poder del dinero.
En México esta idea se ha repetido infinidad de veces, lo cual ha ocasionado guerras y revoluciones, las cuales siempre han sido derrotadas, y los líderes asesinados: Hidalgo, Morelos, Guerrero y un centenar más durante la guerra de independencia, y Zapata, Villa y Madero durante la revolución. Un hacendado del porfiriato, lo expresó con claridad: “Que ha´iga pobres, y aunque no ha´iga burros”.
Luego vinieron otros líderes más listos, y entusiasmaron a los pobres y trabajadores de Inglaterra, diciéndoles que ellos con su trabajo eran quienes producían lo que la gente necesita para vivir, y que los ricos nunca habían trabajado. Según ellos, si dejaban de trabajar, los ricos se morirían de hambre.
Y entonces, los ricos invirtieron mucho dinero para que los científicos y técnicos inventaran máquinas para sustituir a los trabajadores. Inventaron la máquina de vapor y se inició la revolución industrial. Desde entonces hemos visto como el maquinismo ha venido a sustituir a muchos trabajadores, lanzándolos al desempleo y el desamparo.
Pero ¡cuando se iniciaron las manifestaciones! Ah sí. En el año de 1838 comenzó a organizarse una fuerza de lucha en Inglaterra, llamado movimiento cartista, quienes exigían una petición denominada Carta del Pueblo, avalada por miles de firmas.
La agitación cartista se prolongó hasta 1848, y acabó sin que pasara nada. Los trabajadores vivían en el sur de Inglaterra, donde predominaba el trabajo artesanal, pero luego se les unieron los obreros de las regiones industrializadas del norte. Creyeron que ya tenían suficiente fuerza para derrotar a la burguesía y se les ocurrió probar el poder de las huelgas, a las que llamaban Gran Fiesta Nacional, o Vacaciones, porque no trabajaban.
Y también probaron realizar marchas por las calles céntricas de las ciudades, en un intento de que la gente se enterara de las miserables condiciones en que vivían, a pesar de trabajar arduamente, y con la creencia de que se compadecerían de ellos, y exigirían al gobierno que les ayudara, exigiendo a los patrones que les dieran beneficios.
Como sabemos, esto no sucedió. Y los líderes fueron perseguidos, desaparecidos y asesinados, lo que ha sucedido una y otra vez a lo largo de la historia, en todas las partes del mundo. Estos fracasos hicieron que mejor se inclinaran por métodos más conciliadores, a los cuales se llamó reformismo. Así es, los reformistas de entonces, son los “lángaros” de ahora.
El pasado miércoles 19 de octubre, la plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac” de Chilpancingo, amaneció “liberada” de los maestros y “estudiantes” ayotzinapos que la mantuvieron “tomada” por 2 años. Así sencillamente, se fueron muy campantes. La perspicacia de la gente, asegura que la$ autoridades $e arreglaron con los líderes. Así debe ser, y se retiran con una buena bolsa de dinero mal habido…y los trabajadores, seguirán igual ¿O no?


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