miércoles, 5 de octubre de 2016

PRIMERA PLANA

Fue ejecución directa;
vivimos amenazados:43 


Bernardo Torres.--La comunidad estudiantil de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”, ha vivido bajo amenazas del crimen organizado y del propio gobierno desde 2015, cuando se acrecentó la protesta por la presentación con vida de los 43, reveló Melitón Ortega, padre de uno de los desaparecidos.

“Siempre ha habido amenazas, fue en el transcurso de 2015 cuando se dieron más casos, en contra de los estudiantes y de los padres de los 43 desaparecidos” señaló desde la escuela Raúl Isidro Burgos, donde se realizaba un homenaje a los dos estudiantes asesinados el martes pasado en la carretera Chilpancingo-Tixtla.
La comunidad estudiantil y padres de familia, dijo, en repetidas ocasiones recibieron llamadas para amenazarlos de muerte y todo esto lo hicieron saber a la Procuraduría General de la República (PGR), pero en ningún momento les informaron sobre algún avance.
Expuso que dada la complicidad de las autoridades encargadas de impartir justicia y las fuerzas de seguridad con la delincuencia organizada, no hay ninguna garantía de seguridad para los movimientos sociales, entre ellos Ayotzinapa, “por eso nos queda claro que es el estado el responsable de este ataque contra los estudiantes”.
Melitón Ortega calificó el hecho del martes como un atentado que le quitó la vida a dos normalistas, y responsabilizó al estado mexicano que no acató las recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos  (CIDH), de brindar medidas cautelares a los estudiantes y padres de los 43 desaparecidos, por lo que “esta fue la consecuencia”.
“No hay interés del gobierno en realizar las investigaciones, entonces menos iba haber interés para brindar medidas cautelares a los padres o los estudiantes”, dijo.
Para los padres y estudiantes, dijo, no es creíble la versión de que se trató de un simple asalto, sino un ataque directo y sistemático, como ha venido siendo desde hace varios años, y esta versión sólo busca distraer la atención de la ciudadanía.
“Para nosotros es un ataque directo contra la normal, contra los estudiantes, contra el movimiento por los 43, sobre todo cuando sigue la impunidad y el desinterés del estado para agotar las líneas de investigación, aún no se esclarece un hecho y ya hay otro ataque contra la normal”.
Melitón Ortega adelantó que los padres y los normalistas son un solo movimiento, y en esta nueva exigencia de justicia por el ataque a estudiantes irán juntos, hasta dar con los responsables.
RECHAZAN NORMALISTAS VERSIÓN DEL ASALTO
En el lugar, los estudiantes rechazaron que los hechos donde murieron sus dos compañeros, se hayan tratado de un asalto, como las autoridades lo han informado en medios de comunicación.
Para la institución, se trata de la continuidad del “terrorismo de estado” contra las normales, a la vez que exigieron se haga justicia o de lo contrario, recurrirán a las movilizaciones masivas.
En el ataque a una urvan del servicio público de la ruta Chilpancingo-Chilapa, perdieron la vida Jonathan Morales Hernández y Filemón Tacuba Castro, originarios de los municipios de Tecoanapa y Ayutla de los Libres, en la Costa Chica del Estado.
En las instalaciones de Ayotzinapa, este miércoles fueron despedidos por sus compañeros de cuarto grado, familiares y los padres de los 43 desaparecidos el 26 septiembre de 2014 en la Ciudad de Iguala.
Ernesto Guerrero, dirigente del Comité Estudiantil, refirió que hoy la historia de la normal manchada de sangre se vuelve a repetir, y se suma a las fechas trágicas del 07 de Enero, 12 de Diciembre y 26 de Septiembre.
En el recuento de los hechos, expuso que sus dos compañeros regresaban de realizar sus prácticas de Chilpancingo, los cuales tomaron la urvan, “pero en esta ola de violencia, que las autoridades no han podido combatir, le toca a la normal de Ayotzinapa estar de luto”.
La primera exigencia es que se haga justicia y se castigue, se lleve a juicio a los autores materiales e intelectuales del homicidio, tanto de los normalistas, como del resto de las personas fallecidas y heridas durante el ataque.
“Este es un ejemplo claro de la ola de violencia que se vive día con día en nuestro estado y en nuestro país, consecuencia de políticos corruptos, de autoridades coludidas con la delincuencia y que lejos de combatirla, están en alianza con ella, en vez de atacarla y hacerle frente, forman una alianza”, recriminó el dirigente.
La comunidad normalista, advirtió, no está dispuesta a que se sigan matando estudiantes, y que este caso como los anteriores sigan en la impunidad, y de ser necesario se llegará a la movilización, para presionar a las autoridades.
“Desde aquí le decimos a las autoridades que hagan su trabajo, que uno los puntos que el gobierno debe cumplir, es brindar seguridad a la ciudadanía de Guerrero y de nuestro país, lo cual no han cumplido”, dijo.
Criticaron que mientras despliegan miles de policías para contener movilizaciones de organizaciones sociales, la sociedad en general se encuentra desprotegida y expuesta a los ataques de la delincuencia organizada.
“Esos cientos y miles de policías que llegan cuando protestan los estudiantes salimos a manifestarnos, dónde se encontraban, dónde estaban, porque es más fácil combatir a un estudiante que a un delincuente” expuso.
Para los normalistas este ataque en contra de los estudiantes, representa el “terrorismo de estado”, como parte de su estrategia para desaparecer las Normales Rurales, pues no es el primer ataque directo.
“Hechos como el de ayer demuestran que las estrategias de seguridad que tanto presumen las autoridades, no están funcionando, son ineficientes, exigimos a la autoridad que cumpla con su obligación de brindar seguridad y justicia”.
Para el director de la Normal, José Luis Hernández Rivera, este hecho representa una nueva tragedia, por la cantidad de víctimas y por nuevamente tratarse de estudiantes, “Es una situación muy cruel”.
El catedrático se sumó a la exigencia de justicia y por una investigación exhaustiva para dar con el paradero de los autores de este crimen y llevarlos ante la justicia.
Detalló que los dos estudiantes del séptimo semestre regresaban de realizar sus prácticas profesionales en escuelas de Chilpancingo, y por la tarde abordaron una urvan del servicio público para reintegrase a la normal.
Cabe destacar que de acuerdo a datos obtenidos por este medio de información sobre los hechos ocurridos el martes por la tarde en la carretera a Tixtla, los dos estudiantes fueron asesinados a quemaropa luego de ser bajados de la unidad motriz en que viajaban, y fueron los únicos dos caídos en el sitio, pues una tercer víctima murió pero más tarde en el hospital. (API).

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