lunes, 14 de noviembre de 2016

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista


HOMENAJE DE COSMOS A
HÉCTOR CARDENAS BELLO-En el 10° aniversario de su sentido fallecimiento-
-Compositor Guerrerense: Nació en Chilpancingo el 27 de noviembre de 1938, ciudad donde murió el 21 de noviembre de 2006, seis días antes de cumplir 68 años de edad.
-Fue profesor de instrucción primaria, investigador cultural, historiador, periodista, compositor, pero más que nada: Amigo.
(El material aquí reproducido es propiedad literaria de Héctor Contreras Organista y fue publlicado en1996 en el libro “Los Compositores Guerrerenses”).

Uno de los compositores más queridos del estado de Guerrero lo es sin duda Héctor Cárdenas Bello. Canciones llenas de poesía y de matices que el autor engarza con detalles de los pueblos a los que dedica su obra. Encauzador musical de la permanente alegría de los guerrerenses, acude también a sus musas para ubicar en lo romántico el cantar a lo mas hermoso que tiene la vida: la mujer.
Héctor, a pesar de esa alegría que desborda en sus canciones, de ese torrente musical que es el constante existir, es una persona modesta, es un hombre sumamente tranquilo, callado, observador y podría decirse que es en cierto modo tímido. Sin embargo, en la entrevista tratamos de adentrarnos a ese mundo muy suyo, el de los compositores, el de los bohemios, el de los que nacieron para cantarle a la vida, pero de los que en su mayoría, muy poco sabemos de su intimidad.
-Tocayo, ¿dónde y cuándo naciste y quienes fueron tus padres?
“Nací en Chilpancingo el 27 de noviembre de 1938, mi padre fue Artemio Cárdenas, de La Palma, por el rumbo de Ayutla; mi madre: Cristina Bello, de Chilpancingo. Curiosamente descubro que mi padre es Artemio Deloya Cárdenas. Él estudió en Ayotzinapa; un tío mío fue director de esa escuela, Hipólito Cárdenas, ellos invirtieron sus apellidos, tal vez por ser la época de Lázaro Cárdenas. Entonces, la verdad es que yo soy Héctor Deloya Bello pero fui registrado como Héctor Cárdenas Bello y ese ha sido mi nombre siempre”.
-¿Qué opinas de la música de José Agustín Ramírez?
“Muy bella; desde pequeño he admirado mucho al maestro Agustín Ramírez. Fue mi maestro en la escuela “Vicente Guerrero”, lo recuerdo cuando llegaba con su traje y su corbata a tocar el piano y nos enseñaba coros, canciones y parece que lo estoy viendo cuando nos ponía de pie; yo era de los más chaparritos, siempre en primera fila. Muchas veces me tocó estar junto a él y veo que con el tiempo el maestro Agustín Ramírez se hizo una personalidad porque su música es la mas bella en el estado de Guerrero”.
-¿Cuál fue tu primera composición?
“Hacíamos boleros en el Colegio del Estado, era estudiante en la escuela Normal que estaba en el Colegio del Estado. Precisamente mi generación fue la última, porque después ya fue Universidad. Entonces todavía permitieron que dentro de la Universidad estuviera un grupo de Normal y terminamos ahí. Precisamente había muchachas muy guapas, había romances, como siempre sucede, y hacíamos boleros para las muchachas. Yo compuse muchos boleros y ‘corríamos gallo’ para ellas, y así surgieron varias canciones que a la fecha no he cantado porque me parece que ya son un poquito fuera de su tiempo, pero creo que el romance nunca va a morir”.
-¿Cuál fue tu primera canción?
“La primera canción, si mal no recuerdo se llamaba ‘Mi tesoro’, y dice más o menos así:
Joyas, dinero, son riquezas;
yo no las quiero, vida mía;
si soy muy rico, soy dichoso,
contigo no existen pobrezas.
Tú eres todo mi tesoro,
lo que yo más cuido en la vida,
en ti yo tengo lo que quiero,
lo que deseo y más adoro.
Tus ojos verdes son esmeraldas,
tus dientes perlas, tus rizos oro,
y rubíes tus labios que me dan besos,
besos que valen más que el dinero.
Y por ser todo mi tesoro,
te llevo siempre bien guardada
en este cofre palpitante
que es solo tuyo, mujer amada.
La canción fue hecha para una norteña que estudiaba con nosotros; al novio lo que más le gustaba de ella eran los ojos bellísimos, verdes…”.
-Y después de esta, ¿cuántas canciones más nacieron, quinientas o más Héctor?
“Si, por ejemplo se me ocurre la primera canción al estado de Guerrero que se llama ‘Tres Paisajes de Guerrero’. Trabajaba yo como profesor en la Escuela ‘Morelos’ y el maestro Luis Hernández le puso alguna vez un arreglo, pero no pasaban de ahí las canciones. Un día fuimos con el propio maestro Luis a registrar las canciones a la Ciudad de México; él como músico, conocía a mucha gente del ambiente. Fuimos a la casa de Ramón Márquez, el papá de él estuvo en Chilpancingo como director de la Banda de Música del gobierno. Ramón Márquez, el hijo, está casado con una señora de Chilpancingo que se llama Amancia, fuimos para ver si nos grababa”.
-¿Cuál consideras que es la canciones más bonita que has hecho?
“Pues, me gusta cantar varias; ‘Atoyac’, ‘Tres Paisajes de Guerrero, pero de las canciones que más se han difundido parece que es ‘Chilapa’, no sé porqué; es el publico el que manda”.
-¿Sigues componiendo?
“Sigo insistiendo en que nuestro estado de Guerrero debe ser proyectado en la música: corridos de la revolución, pueblos, barrios, paisajes de ríos, mar, costas, costumbres, es lo que me gusta mucho”.
-¿Qué sientes cuando la gente, los amigos empiezan a darte ese lugar que te has ganado con tanto sacrificio?
“Mucha satisfacción. Creo que a los seres humanos siempre nos gusta que nos amen, que sientan algo por nosotros; no nos gusta quedar a la zaga: quizá no sea vanidad sino que es una necesidad del individuo de sentir cariño. Entonces, con mi carácter, que me inhibo mucho, para mí eso es de gran valor, una admirador, un cariño; una palabra de aliento para mí vale mucho”.
-¿Te has casado, Héctor?
“No, nunca”.
-¿Tienes hijos?
-Que yo sepa, no, siempre pensé que… si todos pensaran como yo, se acabaría la humanidad. No quiero que esto sea negativo, pero pienso que el mundo es muy duro, muy cruel a veces y siento como que los hijos van a sufrir; claro que esto puede ser un mero pretexto de muchas cosas, pero el mundo o es bello o es cruel, según como uno lo lleve y si yo sufro, prefiero sufrir solo y no arrastrar al sufrimiento a nadie; ni me gusta hacer sufrir ni me gusta que me hagan sufrir, ambas cosas son para mí pésimas.
-¿Un compositor como tú, sufre mucho?
“En mi caso, la soledad solamente; pero muchas veces es el propio carácter el que lo hace a uno relajarse; en mi caso siempre fui así. Desde pequeño siempre le uhí a la gente, a las multitudes. Increíble, pero cuando estoy cantando hago un gran esfuerzo porque siento que no le va a gustar a la gente. Tengo una serie de inhibiciones, pero agradezco mucho que la gente me tome en cuenta, a pesar de mis deficiencias y tantas cosas”,
-¿Te has enamorado?
“Claro, como todo mundo… pero… para sufrir por enamorarse, mejo no”.
-¿Hay alguna musa?
“Para mí todas las mujeres tienen algo especial, pero también pienso que todos tenemos defectos y es muy difícil la convivencia. En lo romántico no lo he vivido y creo que no lo voy a vivir ya porque dejé pasar las oportunidades que eran buenas para mi en la época de juventud”.
-¿Cada cuánto tiempo compones?
“No tengo una regla para componer; he hecho últimamente algunas cosas apresuradamente pero siento que no me gustan y las vuelvo a hacer”.
-¿Te has hecho rico con la composición?
“No, porque no ha sido mi meta hasta ahorita. Yo nunca pensé ser compositor; ahora, como que me tienta la codicia pero no sé como hacerle, no sé si pueda decir como Juan Gabriel: No tengo dinero ni nada que dar…”.
-¿Qué piensas de los compositores guerrerenses?
“Hay mucha, mucha gente. Además de que hay muchos desconocidos; está aquí un señor de Veracruz que dice que en Guerrero hay mucha vena artística y que nosotros ya llevamos eso en la sangre, que hay muchos compositores pero que no se les ha podido proyectar a muchos de ellos”.
-Héctor, ¿tú sientes, como sienten muchos, que traes una canción escondida que algún momento, algún día va a llegar?
“No sé, en ese sentido no sé…”
-¿Sientes que ya hiciste todo?
“No lo sé tampoco. Mi edad son 54 años ya. Pero la ventaja es que yo no voy a cantar; no voy a ser yo el que me exhiba sino que las canciones pueden gustar a otros intérpretes, como es mi caso con el trío ‘Chilpantzin’, que están grabando canciones mías, cosa que les agradezco porque eso ya es proyección, que es lo que quiere el compositor antes que nada”.
-¿Cuál es tu mensaje a los nuevos compositores guerrerenses?
“Que sigan componiendo, sobre todo al terruño, porque nuestra música ha decaído en la frivolidad, en la falta de poesía, en el comercialismo y muchos se han vuelto ricos con cosas muy intranscendentes, y no sé qué sea mejor: si ser rico con cosas de esas o seguir componiendo con calidad y esperar una oportunidad. Pero siento que todo es oropel si no hay calidad, lo mejor es una cosa perdurable y sea como sea”.
*Entrevista realizada el 12 de septiembre de 1992 en la ciudad de Chilpancingo.
CHILAPA
(Canción de Héctor Cárdenas Bello)
La luna está rezando en Chilapa,
levítica ilusión del amor;
alumbra cual milagro de plata
estampas de canción, cirio y flor.
Chilapa, Chilapa, el indio te canta
canción de reventa con tianguis de fe,
Chilapa, Chilapa, místicas mujeres
te dan sus quereres pensando en la cruz.
Chilapa, Chilapa, telar de grandeza,
mantel de tristeza, rebozo de luz,
tranquilas tus calles, tus montes y valles
resaltan las torres de tu catedral.
Chilapa, Chilapa.


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