miércoles, 14 de diciembre de 2016

PRIMERA PLANA



Con la autodefensa de San Miguel Totolapan busca poner fin a época de terror que ha impuesto Raybel Jacobo de Almonte quien se separó en 2013 de “La Familia Michoacana” e hizo del secuestro su modo de subsistir; tomó de rehenes a San Miguel, Arcelia y Ajuchitlán del Progreso. (Foto: Bernardo Torres-API).


 Busca autodefensa poner fin a
época de terror de El Tequilero 

 Bernardo Torres.SAN MIGUEL TOTOLAPAN, GRO.--Han sido tres años de terror para los habitantes de San Miguel Totolapan y sus comunidades, por el asedio constante de Raybel Jacobo de Almonte “El Tequilero”, a los que el grupo de autodefensa conformado este lunes busca poner fin.

Desde 2013, cuando Raybel Jacobo se separó del grupo delictivo “La Familia Michoacana”. Hizo del secuestro su modo de subsistir y tomó como rehenes a los municipios de Arcelia, San Miguel Totolapan y Ajuchitlán del Progreso.
Los secuestros masivos han sido su especialidad, cobrando rescates de 200 mil pesos y hasta medio millón de pesos, que quienes no han podido pagarlo en efectivo, lo han hecho con su vida, así lo relataron pobladores de San Miguel, para pedir la urgente intervención del Gobierno del Estado.
Este lunes, para poner fin a esta ola de atropellos, pobladores de la cabecera municipal se levantaron en armas, sitiaron la población y detuvieron a unas 15 personas, que fungían como informantes de dicho grupo criminal.
Entre los detenidos, están la madre de “El Tequilero”, la señora, María Félix de Almonte y la regidora del PRI, Carmen Barrera Navarro, quienes junto con el resto fueron recluidas en la comandancia municipal, ubicada en el centro de San Miguel.
Previo al levantamiento armado, decenas de personas habían sido víctimas de secuestros en este municipio, extorsionados, amenazados por esta célula delincuencial, y unas 50 familias tuvieron que huir del municipio en los últimos tres años, dejando todo su patrimonio.
Hasta la comandancia municipal, donde se encuentra la principal concentración del movimiento, durante las últimas 24 horas han llegado decenas de víctimas para pedir ayuda, algunos tienen familiares desaparecidos, otros secuestrados y algunos sólo por simpatía con el movimiento en busca de la paz para su municipio.
Desesperada, la señora, Sonia de la Cruz Monterrubio, llegó hasta la base de la autodefensa, narró como hace cinco meses su hijo de 22 años fue secuestrado; durante varios días trabajo y pidió prestado para reunir la cantidad de 200 mil pesos que “Los Tequileros” le exigían, pero no lo logró.
En dos ocasiones entregó 20 mil pesos a los miembros de este grupo, esperando recuperar con vida a su hijo, pero pasados unos días le informaron que ya lo habían matado, aunque en estos cinco meses lo ha buscado sin éxito, y pide que al menos le digan dónde está el cuerpo, para darle sepultura.
Lamentó que durante estos tres años que ha durado el asedio de la delincuencia organizada, ninguna autoridad ha sido capaz de frenarlo, y al contrario, han sido testigos de cómo el Ejército ha protegido a este grupo criminal, y ninguna otra corporación hace presencia en el municipio.
Desde hace varios meses la situación es crítica, las tiendas ya no suben sus cortinas, las escuelas no abren sus puertas, el comercio está paralizado, y ya se sufre la escasez de comida y víveres.
La última semana, luego de que se retiró el operativo que implementó la Fiscalía General del Estado en Coordinación con el Ejército y la Procuraduría de Michoacán, el transporte público se suspendió “estamos aislados, estamos secuestrados en nuestra propia casa, no nos podemos mover a ningún lado”, expresó una mujer de avanzada edad, al tiempo que rompió en llanto.
En la cabecera municipal de San Miguel Totolapan, hay más de cien viviendas vacías, en ruinas, otras fueron quemadas, y algunas más, estaban en posesión de los tequileros, de las familias que huyeron, que estiman en un 30 por ciento de la población total, nada se sabe.
El movimiento, hizo un llamado a estas familias que huyeron, a que regresen, se unan a la autodefensa y hagan frente a este fenómeno de la delincuencia, para regresar la localidad a la normalidad.
El secuestro de Isauro Paz, ingeniero de profesión, detonó el hartazgo de la población, y amagan con no parar este movimiento, hasta dar con el paradero de Raybell, o que se entregue a las autoridades.
El diálogo con las autoridades del Estado fue infructuoso. Las peticiones fueron que el gobernador acuda a la cabecera municipal, y que se nombre un comisionado de seguridad para la Región de Tierra Caliente, al ver rebasados los gobiernos municipales y una vez que el estado no ha podido poner “orden y paz” como lo prometió en campaña.
Cuando se informaba sobre estos resultados de la reunión, una mujer de alrededor de 60 años interrumpió.
“Hombres armados llegaron hasta mi domicilio, donde tenemos una tienda, estaba con mi esposo y mi nieta de 11 meses, llegaron y mataron a mi esposo, sin decir nada, solo dispararon, iban vestidos de militares, él no le hacía daño a nadie, sólo abusan de nosotros porque no decimos nada”, dijo.
Ella, dice haber perdido la confianza en todo tipo de corporaciones policiacas, lamenta que el gobierno se quede de brazos cruzados ante esta ola de terror que están viviendo las familias de San Miguel y sus pueblos.
“Sacan dinero a gente que no tiene ni un cinco, uno trabajando día a día para mantenerse, no tienen consideración, aparte de que nos quitan el dinero, nos matan a la gente, siempre hemos trabajado no hemos robado nunca para comer, para que otro nos arrebate la vida y el dinero nomás porque siente cabrón”, reclamó. (API).

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