lunes, 30 de enero de 2017

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista



¡AQUÍ HAY MUROS!
En el territorio de “Los Agachados” -¿quien no recuerda con gratitud al gran caricaturista “Rius”, que tanto nos enseñó por medio de sus “monos” que cada semana publicaba apoyado por Raquél, su esposa y su hijita Rosita W en la revista “Los Supermachos” y después en “Los Agachados”?-

Hubo tal vez publicado un tema parecido a lo que hoy sucede en Chilpancingo y se hablaba de muros.
En el “Chayotitlán”, de los “periodistas” de cartón -¡pero elegantes (para robar)!-, donde imaginariamente (todo es imaginario, que conste ¿eh?) se desarrollaba la trama, había un presidente municipal prieto y bigotón; mal encachado, de lentes oscuros y sombrero sin barbiquejo, y el que toda su “política” la circunscribía a una tremenda pistola calibre 40 y córrele... córrele...córrele...
Era la caricatura exacta del político mexicano: ¡Bruto como el solo!
Han pasado tantos años que de pronto es difícil recordar el nombre del tal personaje, pero parece que le identificaban como “Don Perpetuo”, y obviamente, era representante en la presidencia municipal, del partido político que jamás ha perdido en México.
¡Jamás!
Por esos motivos del origen político del personaje, del pistolón y lo bruto, ¡había muros!
En Chilpancingo (por favor, queridos y muy respetable lectores, disculpen la torpe analogía y lo que ella conlleva) pasa lo mismo:
¡Muros habemus!
1.-El muro que separa (porque él así lo impuso) al presidente municipal, como autoridad, como líder, como guía de la ciudadanía a la que no hace caso porque estas diariamente le reclama servicios. Pero él no escucha a nadie.... y ya lleva más de un año en ese mutismo... y al parecer va a cumplir los tres años en ese estatus.
2.-El muro del sordo, del invidente, del intratable está ahí, en su “política” que se muestra en diversas calamidades: La basura, el agua, la inseguridad, y todos los etcéteras que hunden al pueblo y acaban con las tradiciones, como sucedió con la feria.
3.-PERO, alguna considerable porción de la CIUDADANÍA, Y HAY QUE DECIRLO CLARO, QUE PARA ESO SOMOS BUENOS PAISANOS, TAMBIÉN PONE GRAN PARTE DE SILENCIO, DE NO PROTESTA, DE AGACHARSE (Como “Los Agachados”, de Rius), PARA QUE EL MURO PERMANEZCA INALTERABLE.
Veamos:
Empleados del ayuntamiento protestan, cierran las puertas del edificio municipal y el alcalde, con su carísimo gabinete (de los regidores como de Camelia: “nunca más se supo nada”) hacen tratos a medias, o tratos mediocres de ofrecimiento de pagos de salarios a los trabajadores y al mes, ya están igual o peor y nueva protesta y nuevas mediocridades... y así se la han llevado todo el primer año de gobierno.
Todos los días y de todas las oficinas o dependencias del ayuntamiento hay protestas y protestas.
Hemos observado que cuando una agencia de noticias estuvo criticando al alcalde, publicando sus indolencias, no faltó el avispado lector que escribió al periodista: “Protestas porque quieres tu chayote”.
Y se supone que “todos” los periodistas lo hacemos por los mismos motivos. Entonces,
Cuando en este espacio hemos señalado errores de la autoridad municipal (y están registrados los temas para quienes quieran consultarlos) dos o tres personas reportan como leídos.
La mayoría de amables lectores, guardan silencio, nos convertimos en “Los Agachados” para que a Chilpancingo lo sigan destrozando por parte de un presidente municipal que ya le tomó la medida a la ciudadanía y por eso hace lo que se le da su reglada gana.
Nos preguntó hace unas horas un lector ¿qué se puede hacer para solucionar los problemas?
¡Nada!
1.-Porque la ciudadanía NO PROTESTA.
2.-Porque los diputados locales que se supone, son quienes “representan al pueblo” y deberían llamar a cuentas al edil, se muestran como lo que son: Sus cómplices, nada le pueden decir porque comen en la misma batea.
3.-¿Los partidos políticos, qué hacen al respecto?
¿Hay partidos políticos o... remedo siquiera de lo que fue el pri? Porque “los otros” partidos existen sólo en las nóminas, pero de trabajo: ¡Cero!
No nos quejemos ya, ¿para qué?
Que nos reavive siquiera la enseñanza pícara del famoso personaje de la leyenda chilpancingueña, “El Guero Sol”, don Roberto Catalán Mancilla, cuando gritó:
“¡Eso dicen sus enemigos... Yo digo: Que viva mi señor gobernador!”
Pues, sí: Que viva Marco Leyva... El dueño del muro.
AUNQUE PARA MUROS: “La Muralla China”


cuando se siembra la “desconfianza” en esos términos, se protege al indolente y se duda de su crítico, y las cosas empeoran y menos se arreglan los complejos y riesgosos asuntos que a todos nos perjudican: Remember la basura, el agua, el comercio ambulante, et-cé-te-ra...

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