miércoles, 4 de enero de 2017

COLUMNA

 Jóvenes de ayer y hoy

 Apolinar Castrejón Marino
Ya estamos aquí de nueva cuenta, y según la costumbre, les expresamos nuestros mejores deseos por el año que comienza, aunque por lo que se ve, no será fácil sobrevivir a este año 2017.

Usted ya sabe cuáles son las amenazas: el nuevo gobierno de Estados Unidos, el incremento de los precios, y la violencia generalizada. Solo los anarquistas deben estar contentos con tal estado de desorden, esos jovenzuelos sin criterio que se dejan arrastrar por cualquier idea exótica.
Parásitos que piensan que en el caos y el desorden, podrán tener alguna oportunidad de acomodarse, ya que en una confrontación de competencias, y habilidades estarían perdidos.
En los años 60s los gobernantes y la sociedad dominante exigía que los jóvenes se dedicaran a estudiar y dejaran de andar de “revoltosos”. La sociedad rechazó este reclamo “de arriba”, porque advertían un intento de mantener el dominio del dinero. Los jóvenes eran una fuerza real, plena de capacidades, deseosos de construir un mundo nuevo, más armónico, y  más equitativo.
Sesenta y tantos años después, los jóvenes siguen oponiéndose a todo lo que parezca autoridad, y gobierno; con la diferencia de que muy pocos están dispuestos a trabajar en beneficio de la sociedad. Carecen completamente de ideas renovadoras, de capacidades y de persistencia en la conquista de metas.
“Cualquier día, a cualquier hora y en cualquier lugar”, observamos a los jóvenes y estudiantes que muestran solo ignorancia, vaciedad de ideas y carencia de propósitos.
Entre los más “rebeldes” podemos contar a los estudiantes de Ayotzinapa, quienes han extendido sus protestas a todo el mundo, y que reciben muestras de apoyo y solidaridad de amplios sectores: académicos, políticos e intelectuales.
¡Lástima! Porque antes de ser “revolucionarios” deberían ser buenos estudiantes, antes de ser “anarquistas” deberían incrementar sus capacidades para ser buenos profesionistas y ciudadanos.
En el canal de videos “You Tube” se encuentran evidencias de como son los estudiantes conocidos como “ayotzinapos”. Ahí muestran un cuaderno donde un estudiante hacía sus anotaciones. Ejercicios y tareas de sus materias escolares, revueltas con estrofas de himnos revolucionarios como “venceremos”,  y clases de materialismo histórico y marxismo.
A lo cual podemos hacer algunas observaciones: el texto es incoherente, la letra es muy mala, y carente de la más elemental ortografía, sin mayúsculas, sin acentos, sin puntos y sin comas. Estará usted de acuerdo que esto es muy malo para quien pretende ser profesor de educación.
Si el plan de estudios de los estudiantes normalistas aún incluye clases de materialismo y de marxismo, urge que se actualicen ¿No? Si estos presuntos estudiantes se forman entre ideas “materialistas” y “marxistas” ¿será que están dispuestos a transmitir estas “doctrinas” a los niños en la escuela? Será cuestión de preguntar a los padres y madres de familia, si quieren que sus hijos sean educados con esas ideas.

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