lunes, 13 de marzo de 2017

COLUMNA

Sin Concesiones

Armando Patrón

El PRI rumbo a la derrota en Chilpancingo
Es inconcebible la actitud que está tomando el gobierno municipal encabezado por Marco Antonio Leyva Mena del Partido Revolucionario Institucional y el actual mandatario del estado de Guerrero, también del mismo partido, Héctor Antonio Astudillo Flores al ser incapaces de solucionar los crecientes problemas de esta ciudad, como lo es la falta de servicios públicos –basura-- y el agua potable.

Desde su llegada a la administración municipal, son cientos de colonias de la periferia que se quedaron sin el servicio recolector de la basura, que no cuentan con el servicio del vital líquido, porque al gobierno de Leyva Mena se le ocurrió colocar en nómina a toda su familia, porque la acumulación de dinero para llenar sus bolsillos es su prioridad.
Durante el gobierno del también priista Mario Moreno Arcos se obtuvieron unos terrenos en un área  perteneciente al municipio de Tixtla para que en ese lugar se instalará el nuevo basurero municipal, por lo que se había llegado a un acuerdo con el alcalde de ese lugar Hossein Nabor Guillén, de que los habitantes de la comunidad de Tlalapa, serían los encargados de la recolección de los desechos; es decir la “administración” de la basura, la cosecha de cartón y de otras escorias.
Pero el alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, sabedor de las millonarias ganancias que se producen de la recolección de los desechos, incumplió el acuerdo en el que se había llegado con el alcalde de Tixtla, por lo que Hossein Nabor Guillén en sesión de cabildo acordó impedir que se construyera el nuevo basurero en los límites de esa ciudad con Chilpancingo.
Haciendo uso del carácter arbitrario, prepotente y déspota que le caracteriza, el alcalde de Chilpancingo, previamente se negó a dialogar y a recibir en audiencia al alcalde de Tixtla en repetidas ocasiones, por lo que éste molesto se retiró a su municipio y se retractó del acuerdo signado con la administración del alcalde Mario Moreno Arcos.
Leyva Mena es una persona asidua a generarse problemas gratis, es inconcebible que después de varios meses se niegue a resolver uno de los problemas que aquejan a la sociedad, como lo es el del problema de la basura.
En lugar de pavonearse tomando fotos del servicio que presta a la sociedad una vez cada mes o cada vez que la basura está apestando y contaminando el ambiente, debería dedicarse de tiempo completo a solucionar el problema, pero anda de ridículo asumiendo acciones burlonas, como pintando o limpiando calles y camellones.
En Chilpancingo no hay gobierno, no hay una administración que solucione los problemas crecientes. Los regidores han venido a ser parte del problema, porque reciben miles de pesos a cambio de su silencio, de mostrarse también insensibles ante los crecientes problemas.
Su prioridad, antes de realizar obras ridículas y que benefician sólo a sus amigos como es la estúpida remodelación de la Avenida Alemán, que vino a obstruir aún más la alicaída circulación en el centro de la ciudad, debería ser el de comprar carros recolectores de basura y comprar un terreno en el que se deposité toda la estiércol proveniente de su administración, incluidos los funcionarios, los regidores y síndicos.
Pero eso no es su prioridad, su primacía es pagar la abultada nómina de aviadores titulares de los seccionales priistas, los jefes de sector, los compradores del voto, los manipuladores de conciencia, los comisionados a las tareas partidistas, y todo tipo de personajes sin escrúpulos que se benefician de la corrupción y el caos que prevalece en la administración municipal.
Con el argumento de que no hay agua en tiempo de secas, miles de colonias se están quedando  sin el vital líquido, pero si no hubiese agua, no hubiese el brutal negocio exfoliador compuesto por los piperos, quienes pagan altos moches para que la administración deje sin agua a la capital.
Cientos de familias están yendo a parar a los hospitales por culpa de Leyva mena y su tonto sequito de regidores y síndicos, pero además también por culpa de Héctor Antonio Astudillo Flores quien durante su administración como alcalde de la capital, impulso y protegió a los camiones recolectores de basura propiedad de personajes corruptos y ladrones que se esconden en el gobierno priista.

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