lunes, 27 de marzo de 2017

POLICRÓNICA

Violentos…Cuando hay pleitos por “el señor dinero”, salen a relucir las ambiciones personales y de grupo, por lo tanto es un método eficaz para lograr divisionismo para él gobierno, como está sucediendo con la “pedacera” Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), que hasta les da por tratar de golpear un periodista.

Los profesores que militan en la Coordinara Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), cada día  se autodestruyen y fomentan el divisionismo entre ellos mismos, acotados por el “señor dinero” que libera con mucha facilidad el gobierno del estado que encabeza Héctor Antonio Astudillo Flores, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien todo lo resuelve  con soberanos sobornos y comprando conciencias. Todo comienza con el anuncio de la toma de la plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac”, con dos pretextos, rechazar la Reforma Educativa y la exigencia de la presentación con vida de los 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, hechos violentos ocurridos en septiembre del 2014 en Iguala de la Independencia. La toma del zócalo de Chilpancingo, ocurre el 8 de octubre  de 2014, doce días después de aquella tragedia que marcaría a México, parecía todo armonioso, sin embargo esa supuesta lucha social, ya estaba cobrando escenarios con signos de pesos, olvidándose de los sentimientos de las familias que habían perdido a sus hijos. El 8 de octubre de 2014, a 12 días de los ataques en Iguala de la Independencia durante los cuales 43 normalistas de la rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa fueron desaparecidos y 3 asesinados, además de otras 3 personas de la sociedad civil, la CETEG tomó la plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac” de Chilpancingo y llamó a las organizaciones sociales que conformaron el Movimiento Popular Guerrerense (MPG) a imitar su acción para exigir la presentación con vida de los estudiantes, el esclarecimiento de los hechos y justicia para los caídos. Cuando comenzó el plantón, aparte de la CETEG opositora,  participó el Frente de Defensa Popular (FDP), el Frente Popular Francisco Villa Siglo XXI y el Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero (FODEG), mantuvieron el plantón en la plaza cívica; dichas organizaciones conforman el MPG. Apenas se estaban cumpliendo seis meses de esa “armoniosa” lucha social de la CETEG, pero comenzó a relucir la ambición de grupo y personal, cuando el gobernador del estado, Héctor Antonio Astudillo Flores, del Partido Revolucionario Institucional, comienza a manejar su discurso de que se recuperará la plaza, entonces los dos dirigentes visibles les empieza a tintinear los ojos de signos de pesos. Entonces se comienza a manejar en los medios de que habrán de liberar la plaza los cetegistas, pero nadie se imaginó de que también se estaba fraguando el divisionismo. Hasta el 15 de abril del 2016,  oficialmente se conocía solo una CETEG, pero también a partir de esa fecha se comenzó a observar el divisionismo del magisterio disidente. Ese 15 de abril, se conoció que el “oficial” dirigente de la CETEG, el profesor Ramos Reyes Guerrero se quedó con un “pedazo” y anuncia su retiro del zócalo y se fue a poner en las inmediaciones de sus oficinas en la colonia “Burócratas”. En ese momento, se conoció que había nacido otro pedazo de la CETEG, encabezada por la trabajadora administrativa del ex Ineban—hasta ahora sabemos que no es maestra—Antonia Morales Vélez, desde entonces comenzó “oficialmente” el divisionismo, para hacer dos CETEG, pero nadie creía que surgiría una tercera CETEG. Ese 15 de abril, se conoció que una fracción del magisterio disidente, principalmente de las regiones Montaña y Costa Chica abandonó el zócalo de Chilpancingo, a consecuencia del proceso de división que enfrentan desde hace un par de meses. Ese 15 de abril, desde las 13:00 horas, integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) comenzaron a desmantelar parte del campamento que desde la mañana del 8 de octubre permanecía en la plaza central de Chilpancingo. La baja en el número de casas de campaña fue notable, pues se despejó casi toda la plancha de concreto, la entrada principal del Palacio Municipal, así como las bases del Monumento al Trabajo y del Hombre hacia Futuro. Cargaron con sillas y bancas, los que se quedaron, aseguraron que la mayor parte de ellas son propiedad del ayuntamiento de Chilpancingo, por lo que aseguraron que durante la retirada se cometió un robo. Ahí es  cuando se inician las acusaciones, inclusive hubo intercambios de palabras, acusaciones en el sentido de traicionar al movimiento y de pactar con el gobierno, aunque los bloques de mentores no fueron más allá de las palabras. En toda la jornada no hubo dirigentes, las cúpulas del ala “dialoguista” y “radical” de la CETEG se ausentaron y guardaron silencio, lo que impidió que se generara una confrontación. Es como se fue el profesor Ramos Reyes Guerrero del plantón con un grupo de profesores, quien por cierto el pasado 5 de marzo del 2017, fue elegido su relevo, Arcángel Ramírez Perulero, mismo que no reconoce el pedazo de la CETEG, que encabeza  Antonia Morales Vélez y su grupo. El 18 de octubre del 2016, los personeros del gobierno Astudillista, en lo “oscurito” lograron que el otro pedazo de CETEG también levantara su plantón. Recordamos que el 18 de octubre del 2016, después de dos años, maestros de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero, que dirige Antonia Morales Vélez, levantaron el plantón que mantenían en la plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac” también conocido como el zócalo de la ciudad, lo que fue calificado por la ciudadanía de Chilpancingo como un avance del Gobierno priista de Héctor Antonio Astudillo Flores. La usurpador “maestra” Antonia Morales Vélez, con un discurso hueco y dudoso, había asegurado en esa fecha que “el plantón se levantó porque es parte de una estrategia de lucha que se tiene que seguir hasta la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa y hasta que caiga de manera definitiva la Reforma Educativa”. ¿usted le entendió?, tampoco nosotros, pero ahí está registrado en los impresos y audios. Todavía con cinismo de Morales Vélez, negó tener algún tipo de acuerdos con el Gobierno del Estado, pues aseguró que en la reunión que tuvo con el gobernador el único acuerdo es que se instalarían las mesas de trabajo para atender problemas de corte educativo y hasta el día de hoy no hay nada de eso, por el contrario le comenzaron a llover acusaciones de que se embolsó mucho dinero y no repartió ni un peso con ese “acuerdo de mesa de trabajo” y todavía habló en el vacío, “El movimiento sigue porque aún no tenemos respuesta en el caso de los 43 normalistas desaparecidos, también tenemos como Movimiento Popular Guerrerense, una exigencia de libertad de los presos políticos que no ha sido atendida por el Gobierno del Estado”. Otro de los puntos que estuvieron tratando con las autoridades del Gobierno estatal es lo que tiene que ver con las órdenes de aprehensión que se han librado contra integrantes de la CETEG, como consecuencia de las movilizaciones, pero nunca dio nombres de quienes se benefició con esa negociación. Como se observa, la burócrata habló con ambigüedad. El pasado viernes 24 de marzo, se cumplieron seis meses y seis días, una noche antes, se presentó un grupo de trabajadores del ex Ineban en el noticiero “Agenda Informativa” que dirige Víctor Hugo Wences Martínez, en la que desconocieron como su dirigente a la trabajadora administrativa del área de pagos del ex Ineban, Antonio Morales Vélez, fue cuando se conoció que no es profesora, pero generalmente había sido identificada, y ella como toda una deshonesta, nunca aclaró que no era profesora, pero si le gustaba que se dirigieran a ella como “maestra”, pues debe ser “maestra mañosa”, como dicen en la costa.  También ese grupo de trabajadores del ex Ineban, revelaron que ya se le había terminado y hasta se había pasado de su periodo como lideresa, de la sección más numerosa, que suman entre 600 y 700, cifra de trabajadores que no está aclarada. Por esas declaraciones nocturnas, el viernes 24, llegó  por la mañana hasta la cabina de Radio Universidad, en el momento que transmitía el noticiero “Tribuna Libre” cerca de las 9:00 horas, el periodista Sergio Ocampo Arista, entonces una turba de seguidores de la que le gusta que le digan “maestra Toña”, agresivamente y casi golpeaban al conductor y periodista Sergio Ocampo Arista, a quien con índice de fuego “ahí está, de una vez acabemos”. Totalmente fuera de sus cabales esos disque maestros “democráticos” arremetieron verbalmente con Ocampo Arista, quien se identifica con ellos y ha cubierto toda su información, por ende conoce como se maneja ese movimiento magisterial de la CETEG, pero en esta ocasión definitivamente lo desconocieron. Lo bueno de todo esto, es que de lo verbal, no pasó a la agresión física, por lo tanto el grupo de Morales Vélez declaró  de qué estaban “tomados” los micrófonos de la radio universitaria, cuando estaba esto, arribó el grupo del ex dirigente cetegista, Ramos Reyes Guerrero que en la noche había denunciado irregularidades de la usurpadora “maestra”. Entonces Ocampo Arista, les propuso esa mañana del 24 de marzo que debatieran públicamente sus divergencias, cosa que aceptaron y se prolongó por casi dos horas. Salieron a relucir sus debilidades que les causó el “señor dinero”. De acuerdo a las crónicas registradas se supo que grupos antagónicos de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) se confrontaron en el programa de radio universitaria, acusándose mutuamente de la división interna existente en el sindicato. El hecho se dio luego de que los dirigentes de la delegación D-III-16-02 de Oficinas Centrales, agremiados a la fracción de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) que dirigía hasta hace unos meses Ramos Reyes Guerrero, vertiera acusaciones sobre malversación de recursos en contra de la fracción opositora que encabeza Antonia Morales Vélez. La mañana de este viernes, parte de los grupos antagónicos que aún se dicen pertenecientes a la CETEG; se encontraron “por casualidad” en la cabina de Radio Universidad (XEUAG), donde iniciaron un acalorado debate que derivó en cuestionamientos hacia Morales Vélez, a quien reclamaron el levantamiento del plantón del zócalo capitalino a cambio de dinero. La dirigente expulsada y opositora a la nueva dirigencia de la CETEG encabezada por Arcángel Ramírez Perulero, se defendió diciendo: “gracias a ello, fueron liberados cuatro compañeros presos políticos, quienes fueron regresados a sus familias” y nunca ofreció nombres,  y siguió manejándose con opacidad. Morales Vélez lamentó que ambas fracciones se confrontaran al “aire”, pues en un primer momento los cetegistas trataron de agredir al periodista Sergio Ocampo Arista en su espacio “Tribuna Libre”. Luego, en un lapso mayor a las dos horas, se emitieron diversas acusaciones que catalogaron como “privadas” dentro de la propia coordinadora. Citó que era reprobable que la principal delegación DIII-16-02 (Oficinas Centrales ex Ineban), estuviera dividida y fuera parte de la pugna que viven de manera apartada la dirigencia estatal. Sin embargo, ambas fracciones se negaron a aceptar la disposición de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) de reasignarlos a sus centros de trabajo, a pesar de que sus comisiones dentro de la Coordinadora hayan culminado tras elección de la nueva administración. Con esto queda demostrado que ahora la CETEG está dividida en tres “pedazos”, su interés no es la problemática del magisterio disidentes, sino personal y de grupo, ya que Antonia Morales Vélez, manipuló una reunión en la que deberían estar por lo menos 600 trabajadores, pero únicamente llegaron 125 y está firmado en actas  y de estos, muchos estuvieron en desacuerdo que fuera reelecta, primero porque no había quórum para llevar a cabo la asamblea y por otro lado, ya se le había terminado su periodo, por ende la conminaron que se integrara a la delegación DIII-16-02, como cualquier trabajador que participa activamente en el sindicalismo, en su caso, vuelva a retomar su trabajo de “pagadora” de caja dependiente de la Secretaría de Educación Guerrero. Pero como ya le gustó cobrar sin trabajar y que le rindan pleitesía, insiste en autollamarse lideresa de la otra pedacera de la CETEG, entonces ahora quienes eran sus compañeros, ya los tiene en contra, por consecuencia surge un tercer pedazo cetegista en la zona centro del estado de Guerrero. En ambos casos nunca se conoció con transparencia esas negociaciones y cochupos que hicieron con el gobierno de Astudillo Flores, sin embargo en ambos casos siempre se habló de manera extraoficial de que recibieron una buena untada de manos con millones de pesos, y como los dos dirigentes nunca repartieron el dinero, hubo acusaciones de sus agremiados y la siguen repitiendo. Eso se llama divisionismo, en beneficio del gobierno estatal Astudillista…Honesta…Demostró honestidad y congruencia, la hija  del político zacatecano, Ricardo Monreal Avila, al devolver un cheque de liquidación por más un millón 210 mil 543.48 pesos, Eldaa Catalina Monreal Pérez. La hija del jefe delegacional en Cuauhtémoc, el pasado 16 de marzo devolvió el cheque que recibió por concepto de liquidación por su trabajo en el Infonavit. Recientemente la empresaria presentó su renuncia al cargo de gerente senior de Recursos Humanos y formación en el Infonavit con vigencia a partir del 15 de marzo, donde percibía un sueldo de 85 mil pesos mensuales. En una carta dirigida al director del Infonavit, David Penchina Grub, Monreal Pérez argumenta que devuelve el cheque, recibido el pasado 16 de marzo, debido a que “es necesario que se aclare la situación en la que por razones políticas, ajenas a mi persona, me vi envuelta. Tengo la convicción de que así será”. Agrega: “La restitución mencionada la realizo con toda la dignidad y honestidad, porque estimo que lo más importante en la vida son la congruencia y los principios que me han sido inculcados”. Eldaa Catalina Monreal Pérez renunció al Infonavit tras revelarse en medios de comunicación su presunta relación con un grupo de empresarios gasolineros. De acuerdo con una investigación de la asociación civil Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), firmada por la periodista Dulce Ramos y publicada en su sitio de internet, los arquitectos zacatecanos Rubén Ledezma Somohano y Flavio Mayorga Hernández, amigos desde la preparatoria en el Tecnológico de Monterrey, campus Zacatecas de la hija de Monreal Ávila, obtuvieron más contratos de los que se hicieron públicos el pasado 15 de febrero. Ese día, MCCI reveló que amigos de la hija del jefe delegacional recibieron seis contratos por 20.2 millones de pesos, incluido uno de 14.9 millones de pesos por adjudicación directa para abastecer a la delegación Cuauhtémoc de diversos materiales, incluido equipamiento para oficinas. Cualquiera que hayan sido  esas relaciones, pero la mujer, demostró dignidad, honestidad y congruencia, porque primero renunció al cargo para evitar conflicto de intereses, segundo, devolvió su liquidación que le corresponde por ley, nadie se lo cuestionaría, ni quitaría, sin embargo tuvo la descendencia de escribirlo para que quedara el antecedente. Ese es un ejemplo para el resto de servidores públicos, que primero está dignidad, luego la honestidad y la congruencia, pero lamentablemente en este país el 99 por ciento de los que tienen un empleo, no lo quieren dejar y cuando se llega el momento, todavía tienen el cinismo de demandar al gobierno que les ofreció una oportunidad en el servicio público, para sangrar más al erario público. No conformes con lo que cobraron sin devengar el salario. Bien por la profesionista zacatecana,  y ahí está el cheque, que muchos lo hubieran cobrado sin recato de nada, argumentando que se lo ganaron con el sudor de la gente. Nuestro reconocimiento para Eldaa Catalina Monreal Pérez, una mexicana que no aceptó dinero, para abandonar el cargo, aunque insistimos, le corresponde por ley, pero prefirió anteponer su dignidad y honestidad, que evidenciarse de una muerta de hambre como lamentablemente son la mayoría de los servidores públicos de este país.

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