lunes, 3 de abril de 2017

COLUMNA

COSMOS

BERSA AZABAY, AL RESCATE DE
LA BRILLANTE CANCION GUERRERENSE
DESDE QUE EN 1957 FERNANDO ROSAS GRABÓ LAS CANCIONES DE JOSÉ AGUSTÍN RAMÍREZ, Y SE CONVIRTIÓ EN EL DISCO CLÁSICO REPRESENTATIVO DE GUERRERO,
NADIE HA IGUALADO ESA PRODUCCIÓN MUSICAL.
Don Alejandro Cervantes Delgado rescató durante su gobierno (1981-1987), la música guerrerense, incluyendo los “himnos” de cada región del estado (“La Sanmarqueña”, “Zirándaro”, etcétera), por medio de una producción que recopiló el gran maestro Miguel Ángel Bringas (qepd) y grabó el prestigiado músico internacional Bebu Silvetti.
Han habido intentos, y en eso han quedado, lamentablemente, de que una voz femenina guerrerense, grabe “Las Clásicas de Guerrero”.
Desde 1957 (hace 60 años de la grabación de Fernando Rosas) nadie ha promovido esa indispensable producción musical con las canciones que tradicionalmente han “vestido” e identifican a nuestra entidad.
Don Hermilo Castorena Noriega (Cronista de Chilpancingo), hizo el enorme favor de comentarme hace años, cuando compilaba el material de mi librito “Cancionero Guerrerense”, que la revista “Selecciones” grabó en sus clásicas promociones mundiales, una canción representativa de cada país del mundo, y por México seleccionaron el corrido guerrerense “Modesta Ayala”, de don Próspero Marchán, oriundo de Teuzizapan, municipio de Ixcateopan, y que por cierto era la canción favorita de don Hermilo.
Y siendo ambos comunicadores –obreros radio y prensa-, convenimos en la posibilidad de localizar esa voz femenina que cante, grabe y siga divulgando las Clásicas de Guerrero y dé identidad musical a nuestro querido estado. Una voz femenina fina, de alta calidad interpretativa y que orgullosamente nos identifique.
La sana intención es que tanto en los municipios de Guerrero como en otros estados y particularmente en el extranjero, desaparezca la obtusa y letal “idea” -en quien observa y quien promueve-, de que Guerrero, artísticamente es solamente el bailable de “La Iguana”, con su resorte carpero, supuestamente “cómico”, como hasta ahora se ha exhibido y súper comercializado, debido el egoísmo y la mezquindad oficializada de no abrir todos los espacios a los recursos que Guerrero tiene, y de sobra, en otros rubros artísticos, como es el canto.
Hemos escuchado con atención el maravilloso disco que grabó la cantante Bersa Azabay, con canciones guerrerenses de corte variado y muy descriptivo sobre nuestro estado.
Se observa de manera plausible que se hizo con mucho esfuerzo y recopilando material de Héctor Cárdenas, Gerardo Guerrero, Francisco Méndez (caricaturista), David Adame Nava, Pancho Padilla, Félix Cruz y una bonita versión de la vieja canción “Azoyú” del maestro Agustín Ramírez.
A la cantante Bersa, la entrevistamos luego de habernos sorprendido con su galanura en una de sus muchas presentaciones y con su voz.
Hemos divulgado su destacada actividad artística, promovemos con gusto su disco, hemos dialogado de su cantar con maestros especialistas en arte y tan queridos como el profesor Juan Carranza. Analizamos que ella es muy activa y con grandes dotes de desprendimiento y apoyo humanitario pero -¡Otra vez el maldito PERO!-:
LAS PUERTAS NO SE ABREN.
Y eso, en verdad, es preocupante.
¿Qué pasa en Guerrero en cuanto a nuestros artistas?
Hasta el momento, han sido solamente dos los gobernadores que se han preocupado por las canciones guerrerenses: Raúl Caballero Aburto, que patrocinó la grabación que hizo Fernando Rosas, disco que se anduvo reglando por todo Guerrero, en giras que hizo el cantante de San Jerónimo El Grande por todos los pueblos, a bordo de un jeep de los entonces nacientes “Ángeles Verdes”, cuando el poeta Manuel S. Leyva Martínez, era director de ellos, y el disco que con Bebu Silvetti mandó grabar don Alejandro Cervantes Delgado.
Si Caballero Aburto, tan odiado y de negro e ingrato recuerdo en Guerrero, no hubiera mandado grabar ese disco en 1957, en Guerrero las canciones de Agustín Ramírez, se hubieran perdido en el olvido, como ha ocurrido con muchos otros compositores y sus canciones, como ha sido casi el caso de Pancho Padilla, y la voz de Fernando Rosas jamás hubiera sido tan valiosamente conocida, voz que ni en la ciudad de México ni en otros estados se divulgó, porque el guerrerense le dio sus bofetadas a Jorge Negrete cuando era éste dirigente de la ANDA y vetó a Fernando Rosas.
Es el momento de aprovechar la voz, la frescura, la galanura, el arte y el timbre maravilloso de la cantante Bersa Azabay.
A estas alturas no podemos darnos “el lujo” de seguir desperdiciando talentos surianos extraordinarios para que preserven nuestras canciones como la que eligió la revista “Selecciones”, para representar a México: El Corrido Guerrerense “Modesta Ayala”.
Bersa Azabay está en acción maravillosa y lo menos que podemos hacer es escucharla, valorarla e invitarla a que por favor grabe para esta y futuras generaciones, Las Clásicas de Guerrero, como en su momento lo hizo don Fernando Rosas.

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