jueves, 18 de mayo de 2017

SUMARIO DE PRINCIPAL NOTA ROJA

Reclaman por tiradero de muertos
 en Col. capitalina ¿Qué hay, o qué?
Jonathan Cuevas.--Al caminar por el lugar donde hoy jueves se encontró un cadáver, dos mujeres, jóvenes, alzan la voz frente a un par de reporteros y reclaman: “¿Qué está pasando en esta colonia? ¿Qué hay, o qué? Una anciana asoma discretamente por su ventana mientras otro vecino se fuma un cigarro sobre la banqueta. Todos, de alguna manera muestran miedo.
La presencia de dos extraños les genera desconfianza porque ahí, en la colonia Progreso, todos se conocen y han convivido durante muchos años.
La unidad habitacional es pequeña y está a un costado de la 35 Zona Militar, de la que dependen todos los batallones militares instalados en Guerrero. Esto no ha evitado que la calle Nicolás Bravo se haya convertido en un tiradero de cadáveres.
En lo que va del año han sido dejados sobre la misma calle, once cuerpos sin vida. El caso más impactante fue cuando aparecieron 6 decapitados dentro de una camioneta; las cabezas sobre toldo. El más reciente, la mañana de este jueves, otra persona asesinada
dentro de una Frontier.
“La colonia es tranquila”, soltó el hombre que fumaba, al momento que observaba a los comunicadores. Fue el único valiente que se acercó para ver quién y por qué dos personas ajenas a la colonia, estaban rondando las calles de la colonia.
Dice no tener miedo porque los cuerpos que se han hallado corresponden a personas de otras colonias o incluso ciudades. “¡Ninguno era vecino de aquí!”, aclara, mientras asegura que no hay casas de seguridad en la zona.
De hecho, en la colonia no hay robos a casa habitación, asaltos, amenazas, extorsiones o secuestros; ni siquiera se han escuchado balazos. “Solo es un tiradero”, insiste el vecino.
Una anciana que esperaba su combi, refuerza la versión: “aquí no hay balaceras, solo los vienen a dejar aquí. Uno solamente cierra su casa y no se entera de mucho”. La mujer se muestra sorprendida cuando se le pregunta sobre el cadáver hallado este día, porque asegura que ni se dio cuenta.
En la calle Nicolás Bravo la gente va y viene. Todo se mira normal, pero el miedo es perceptible. Aquellas dos jovencitas que regresaban de la escuela, presurosas cruzaron de lado a lado la calle que se ha conocido por ser ahora un “tiradero de cadáveres”, mientras se preguntaban por qué los criminales han elegido ese sitio.
Una niña y un niño con mochilas al hombro, también caminaron por donde han aparecido los muertos. Inocentemente van jugando. Tal vez eran los únicos que no se asombraron.
Sin embargo, otro pequeño de aproximadamente siete años que andaba por ahí con su madre, detuvo su paso al ver una cinta amarilla que trabajadores de la Fiscalía del Estado dejaron tirada, y preguntó: “¿Qué pasó aquí mamá?”. Aquella mujer solo lo tomó del brazo y lo jaló. “¡Apúrale hijo!”, le pidió, al notar la presencia de los reporteros que levantaban imagen.
Según dicen los vecinos, las actividades cotidianas no han cesado en la colonia Progreso, incluso, los niños se reúnen por las tardes-noches en la cerrada de Bravo, y “echan las retas de futbol”.
A la vez, cuentan que la mayoría de los restos dejados ahí han sido en el día, y a pesar de los reportes constantes, las autoridades tardan en llegar bastante tiempo, al menos, media hora. ¡Y eso que a 200 metros está la puerta de la 35 Zona Militar!.
No obstante, la camioneta hallada por la policía este jueves, fue dejada desde la noche del miércoles en la esquina de la calle Nicolás Bravo con Cerrada de Bravo.
A unos metros de ese cruce, esta una cruz de madera sobre la fachada de una casa, en memoria de un joven asesinado desde el año 2000. La gente acepta que él si era vecino, pero lo que terminó con su vida, fue una bala perdida.
Al mediodía de este jueves en la colonia Progreso ya no había vigilancia policial. Las autoridades de seguridad e investigadoras solo terminaron el peritaje y se retiraron, dejando el lugar libre, otra vez, con la posibilidad de que sean arrojados más cuerpos.
Los vecinos afirman que sí hay rondines constantes del Ejército, Policía Federal, Estatal y Municipal, entre las calles de esa unidad habitacional, pero al parecer, de nada ha servido. (API).

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